Capitulo XVIII

- ¿Tan malo fue? – le pregunté a mi abuelito cuando estuvimos solos en la habitación del hotel.
Me miró extrañado pues no sabía a qué me estaba refiriendo.
- El embarazo de mi madre –le aclaré.
- Si pequeña, tú eras demasiado fuerte para el cuerpo humano frágil de tu mamá. Crecías muy rápido y no sabíamos que hacer, la verdad… ella se aferró a la vida, pero estuvo a punto de no lograrlo.
Traté de imaginarme a mi mamá como una frágil humana al borde de la muerte, me costaba mucho trabajo, debido a que mi mamá ahora era un vampiro de impresionante belleza, con mucho más fuerza que mi tío Emmett incluso. El primer recuerdo que tenía de ella, era el de una mujer bañada de sangre y sudor que me miraba con infinito amor, ese recuerdo había sido el día que me dio a luz, y que su corazón dejó de latir.
- Aun me cuesta creer que Jake se lo haya tomado tan mal –la aflicción se estaba apoderando de mí de nuevo, mi abuelito se sentó junto a mí, en un sillón y pasó su brazo por mi espalda.
- Estuvo tan preocupado por Bella, estoy seguro que no quiere volver a pasar por eso, de hecho ninguno de nosotros queremos.
- Pero no es igual abuelito, mi bebé es humano, es como Jake.
- Todo parece indicar que si –dijo mientras suspiraba- pero me sentiré mucho más tranquilo, cuando haya realizado pruebas de ADN al feto para saber su naturaleza.
- Seria bueno hacerlas ahora mismo, para que Jacob se tranquilice abuelito.
- Princesa, ahora mismo no se puede, a lo mejor pondría hacerte un ultrasonido o pruebas de sangre… la prueba de ADN tendrá que esperar unos meses, hasta que pueda extraer líquido amniótico de tu vientre.
- ¿Unos meses? –pregunté presa del pánico, unos meses esperando saber que había dentro de mi, volverían a loco a Jacob.
- Lo inmediato a realizar es un ultrasonido.
- ¿El ultrasonido ayudaría a saber si es humano?
- Pues marcaría otra gran diferencia con el embarazo de tu madre, a ti nunca pudimos verte en un ultrasonido, la membrana que te cubría era tan dura como la piel del vampiro.
- Debemos hacer todo para que Jake se tranquilice… no soportaría verlo sufrir –las lagrimas comenzaron de nuevo a correr por mi mejillas, abracé mas fuerte a mi abuelito. Ambos nos sobresaltamos cuando sonó el celular.
Corrí a tomarlo, mi corazón se llenó de esperanza al ver que el número era de mi papá.
- Nessie… ¿Cómo estas? –el tono de su voz, completamente apagado, me dio muy mala espina.
- Papá dime que ya lo encontraron –supliqué.
- No princesa, hemos seguido su rastro, pero se ha alejado bastante de la ciudad, pero no te preocupes lo encontraremos muy pronto pequeña, te lo aseguro.
- Papá por favor, hagan todo lo posible, si algo le pasa… -se me quebró la voz y no pude concluir.
- No te preocupes, sólo quería decirles que tus tíos ya llegaron a Washington, eso es bueno, nos dividiremos para buscarlo, pronto regresaremos con él, te lo aseguro.
- Esta bien, eso me tranquiliza un poco… gracias papá te amo.
- Yo también preciosa, ahora trata de descansar, tienes que cuidarte.
- Si, haré lo posible.
Colgó el teléfono y me quedé como ausente bastante tiempo, no tuve que decirle nada a mi abuelito, había escuchado entera la conversación. Volví a abrazarme fuertemente las piernas contra el pecho, sentía un frío enorme, comencé a temblar.
Mi abuelito se acercó lentamente a mí, y puso su mano en mi frente, como si quisiera comprobar mi temperatura. ¿Tienes frío me preguntó?
- Bastante, pero no creo estar enferma… lo que sucede es que estoy demasiado acostumbrada al calor de Jake a mi lado. –la voz me salió completamente aguda, tenía la garganta cerrada.
- Debes recostarte pequeña, trata de dormir, yo te aviso inmediatamente si hay alguna novedad.
Sabía que no serviría de nada, pero a regañadientes me recosté sobre la cama y mi abuelito me cubrió con la colcha, pasaron algunos minutos y, seguía tiritando de frío, así que mi abuelito trajo un cobertor y me lo colocó encima.

Por supuesto que no pude dormir, sólo me sumí en una especia de sopor, me quedé completamente inmóvil, tratando de percibir hasta el más lejano de los sonidos, cualquier cosa que me indicara que mis padres regresaban con Jake.
Transcurrió casi una hora, sin ninguna novedad. De momento mi corazón se comenzó a acelerar cuando la puerta del elevador se abrió y alguien comenzó a caminar por el pasillo que daba a nuestra habitación. Era Alice, su caminar era inconfundible, pero venía sola… muy mala señal.
Continué sin moverme, dejé que creyeran que estaba dormida para que pudieran hablar con confianza.
Esperé impaciente a que Alice atravesara la puerta que ya estaba abierta pues mi abuelito la había escuchado llagar incluso antes que yo.
- Lo encontraron –no era una pregunta, era una afirmación, pero aun así en la voz de mi abuelito se asomaba un dejo de alarma, lo cual me hizo estremecer por dentro. Estaba afirmando que Jake había aparecido, pero seguramente el semblante de Alice le hacía sentir preocupación. ¿Por qué?
Escuché suspirar profundamente a Alice cuando contestó.
- Si… - mi corazón se contuvo –Pero ocurrió un enfrentamiento con Rose.
¡Santo Cielo! El alma se escapó de mi cuerpo en ese momento, no se de que manera me levante, pero en una fracción de segundo me encontraba frente a Alice, con la mirada suplicante, le pedía que continuara.
- Ambos están bien… no te preocupes, las cosas se salieron de control… tu sabes el temperamento de Rosalie, se molestó muchísimo al saber que Jake te había abandonado en el aeropuerto, la detuvieron casi a tiempo, por eso vine.
- ¿Casi a tiempo? –pregunté irritada.
- Bueno, Jake tiene algunos huesos rotos, lo cierto es que no se defendió. Vine para que Carlisle pueda ir a echarle un vistazo, yo me quedo contigo princesa.
- De ninguna manera, yo voy.
- Princesa… -comenzó a decir Alice pero me planté y no dejé que me convenciera, debía estar con mi marido. Y con mucha más razón si estaba herido.
- Iré con Jake y punto, es más ¿qué estamos esperando? Vámonos ya.