miércoles, 25 de marzo de 2009

Capitulo XVII

Sus manos comenzaron a temblar fuertemente, en sus ojos había una mirada de pánico y desconcierto; no estaba completamente segura si se debía a preocupación por mí, o a que no alcanzaba a controlar los espasmos que lo llevaban a la conversión.
Traté de acercarme para calmarlo, pero retrocedió dos pasos lentamente, alzando las manos para indicarme que me detuviera. Las convulsiones de su cuerpo eran cada vez más evidentes. Traté entonces de hablarle, pero ningún argumento se me hizo lo suficientemente bueno como para tranquilizarlo. El miedo me tenía paralizada.
Tragué saliva forzadamente, mi garganta se había cerrado formando un fuerte nudo, el esfuerzo por respirar nubló mi vista, cerré los ojos para aclararla, cuando volví a abrirlos vi a Jacob girando sobres sus pies a una velocidad que dejó sorprendido a cuanto lo vio, en un borrón casi imperceptible, desapareció del edificio.
Con mis ojos semivampiros, logré ver como en los linderos del aeropuerto se había convertido en lobo, rogué a los cielos que nadie lo hubiera visto, o que les resultara tan inverosímil que lo dejaran pasar.
Me quedé esperando las reacciones de la gente, agudicé el oído para escuchar gritos en las cercanías, me comencé a tranquilizar al no escuchar nada, al menos había logrado salir desapercibido en unas cuadras a la redonda, las que mi oído semivampiro podía localizar.
Sabía que era imposible salir corriendo a buscarlo, llamaría la atención de igual manera, además a donde iba a buscarlo, si lo más probable era que él quisiera estar lejos de mí. Me sentí tan impotente, era un verdadero fastidio tener que esperarlo ahí, me sentía tan molesta conmigo misma.
¿Por qué había sido tan estupita?
¿Cómo no previne la reacción de Jacob?
Unas lágrimas se deslizaron por mis mejillas, las limpié con furia. Un error tras otro, acaso no iba a lograr atinar nunca en nada en la vida. Si algo le pasaba a Jacob, seria solamente mi culpa y de nadie más.
Sabía que mis padres venían en camino, ellos ayudarían a encontrarlo, traté de tranquilizarme sin conseguirlo del todo, aun había personas que me miraban asombradas pues habían presenciado la escena completa, suponía que no daban crédito a la velocidad con la que Jake había desaparecido, y también veían mi semblante angustiado con ojos llenos de compasión. No merecía esa compasión y no la podía soportar.
Busqué en las diferentes aerolíneas, el vuelo más próximo desde Seattle, esperaba que en ese viniera mi familia, suponía que ya venían en camino, pues no respondían al celular.
Me senté en la sala de espera, los minutos se me hicieron eternos, después de media hora, la angustia, el enojo y la impotencia de no poder hacer nada comenzaron a hacer estragos en mi poco autocontrol. Me senté en una banca y abracé mis piernas sobre mi pecho, no me importó que toda la gente me mirara extrañada, aunque talvez había algo de demencia en mi mirada, porque nadie se acerco a preguntar qué me pasaba. Saqué el celular del bolsillo varias veces, y todas las veces me acusé de estúpida – era ilógico que Jacob me telefoneara – aun así tenía la esperanza.
- Estúpida, estúpida, estúpida.
Repetía una y otra vez en mi cabeza. Puse ambas manos sobre mi rostro y las apreté con fuerza. Ya no pude más y los sollozos agónicos comenzaron a salir de mi boca.
Cuando por el altavoz anunciaron la llegada del vuelo procedente de Seattle, comencé a gritar en mi mente lo sucedido, sabía que mi padre ya podía escucharme, necesitaba de sus brazos para consolarme, tenía que darse prisa si quería encontrarme conciente, sentía que la razón estaba a punto de abandonarme.
Mi papá fue el primero en salir por la puerta del túnel, corrí a abrazarme a su cuello, su mano helada acariciaba mi cabello y repetía en mi oído que me tranquilizara que todo iba a estar bien.
A los pocos segundos aparecieron también mamá y mi abuelito. Mi madre nos miraba desconcertada, supuse que mi padre no había tenido oportunidad de explicarle lo que pasaba, su desconcierto se estaba volviendo en alarma, por lo que me apresuré a colocar mi mano sobre su mejilla y la hice participe de lo que estaba pasando, luego hice lo mismo con mi abuelito.
La sorpresa se reflejó inmediatamente en sus ojos, independientemente de la desaparición de Jake, acababan de enterarse que estaba embarazada.
- Pero ¿estas bien pequeña? –mi abuelito fue el primero en romper el silencio.
Mi padre ya había leído en mis pensamientos que estaba convencida de que era un embarazo humano, pero aun así mostraba preocupación en sus ojos.
Los sollozos continuaban lo que me impedía hablar, además no era una plática conveniente para una sala de espera llena de gente, así que volví a poner la mano en su mejilla y le dije:
- Si abuelito, tengo mes y medio de embarazo, y observa mi vientre, esta plano, y apenas comenzaron los ascos y mareos hace pocos días.
- Bueno eso marca gran diferencia con el embarazo de tu madre. –concluyó mi abuelito, pero de ninguno de los tres rostros se alejó la preocupación.
Eso hizo que mis pensamientos regresaran a Jake, mi cuerpo se estremeció de miedo, pensando que podría tal vez estar en peligro, por mi culpa.
Los tres me invitaron a controlarme, asegurándome que todo iba a estar bien. Pero mi papá inmediatamente tomó el celular y llamó a Emmett y en susurros le pidió se reuniera junto con Alice, Jasper y Rosalie en Washington con nosotros.
- Sólo es por precaución. –trató de aclararme mi papá al leer la alarma en mis pensamientos.
¿Precaución? Si todo está bien, ¿por qué mi familia entera tendría que estar aquí? Volví a caer en el llanto histérico. Mi madre trató de consolarme abrazándome y susurrándome al oído que eso no le hacía bien al bebé.
El recordatorio de mi mamá acerca de mi embarazo tensó las cosas entre mi familia.
- Estoy bien papá. Por favor ahora lo único que importa es Jake. Tienen que encontrarlo –supliqué.
- No te preocupes nena –dijo mi madre mientras seguía abrazándome –lo encontraremos, tu tranquila. Iremos tu papá y yo a buscarlo. Pero también tenemos que asegurarnos que tú estés bien.
- Lo estoy mamá… pero si algo le pasa a Jacob –la voz se me quebró y comencé de nuevo a llorar. Lloraba de furia e impotencia, odiaba mi actitud, no podía controlarme y eso hacía que me pusiera todavía más furiosa.
- Jake no debió dejarte así aquí. –siseó mi papá entre dientes.
- No es su culpa… yo no debí decírselo aquí y de esa manera.
- Aun así… fue una irresponsabilidad.
- Edward –terció mi mamá –ahora no es el momento de discutir eso. Será mejor irnos a un hotel dejar a Renesmee con Carlisle y nosotros irnos en busca de Jake.
- Yo quiero ir a buscarlo –supliqué.
- No mi vida, no puedes, podría ser peligroso –dijo mi abuelito.
Traté de protestar, pero sabía que sería inútil. Me resigné dejando todo en manos de mis padres.
Mi abuelito y yo nos fuimos al hotel.

4 comentarios:

  1. al fin....estoy mirando el blog cada 20 minutos...desde ayer...jajajaja.....

    espero el otro....con impaciencia.....

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  2. ola!!soy yo d nuevo jeje pos nada decirte k m a encantado el cap como todos los demas:)y k por favor no tardes en subir el siguiente k no tengo paciencia y a este paso m como las uñas jejeje bueno xao nos leemos!!;) ^-^

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  3. Me encanta este capitulo!!! pobre renesmee tmb ya le vale a Jacob dejarla sola.

    Estoy deseando leer el siguiente!!!!!

    Saludos!!!

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