Capitulo XIV

Antes de que llegara a la conciencia de estar despierta, comencé a gritar en sueños, me sentía sumamente arrepentida, sabía que había actuado mal y que había traicionado a quien se había entregado a mí, por amor y en completa transparencia, en cambió a mí me habían orillado motivos ocultos para entregarme.

Me sentí fatal, el subconsciente me estaba acusando, antes que mi conciente se diera cuenta de que era una persona horrible. Desperté sobresaltada, tenía las mejillas bañadas en lágrimas heladas, me senté en la cama y abracé mis piernas contra el pecho lo más fuerte que pude, y hundí la cabeza entre las rodillas tratando de ahogar los sollozos.

Pero Jacob se despertó al sentir que ya no estaba entre sus brazos, busco adormilado y se quedó paralizado cuando me vio en ese estado.
- Nessie… ¿Qué sucede? –me dijo con alarma en su voz.
- Oh Jake perdóname –suplique y fuertes sollozos salieron de mi garganta.
- Pero… ¿qué sucede mi vida? –se acercó a mi para intentar abrazarme y consolarme, su actitud me hizo sentirme todavía peor, por lo que comencé a llorar mas fuerte.

Salté de repente hacia su cuello, abrazándolo fuertemente mientras seguía suplicando que me perdonara, que era una persona horrible, que lo había engañado.
Jake me acunó entre sus brazos y comenzó a mecerme y acariciarme, para tranquilizarme.
- No entiendo pequeña… ¿de qué estas hablando?
- Jake, no puedo más… tengo que decírtelo… me siento fatal por haberte ocultado esto… perdóname. –La voz se me entrecortaba por la intensidad de los sollozos.
- Nessie, no entiendo nada… por favor dime a qué te refieres, ¿qué fue lo que me ocultaste?
- Jake puedo concebir… -oculté mi rostro dentro de su cuello esperando que explotara.
Me tomó de los brazos y me sostuvo frente de él, para poder mirarme el rostro, en sus ojos se dibujaban dos signos de interrogación.
- Nessie, no te entiendo. ¿A qué te refieres? –Pronunció las palabras con lentitud, deduje que aun no me había comprendido, por eso aun no había explotado contra mí.
- Que puedo tener hijos Jake… puedo embarazarme.
Frunció en entrecejo, pero no se veía enojado, aun no, pensé. Sólo parecía que seguía sin comprender lo que decía.
- ¿Estas asustada por eso? –Meditó unos segundos y luego agregó -¿Querías que nos protegiéramos anoche?
Me abrazó dulcemente de nuevo para seguir consolándome.
- Perdóname pequeña pero yo no lo sabía. Tienes razón… aun eres muy pequeña para tener bebes.
Ahora era yo la que no estaba comprendiendo.
- Jake ¿estabas conciente de que podía tener hijos?
- Si –contestó en un tono de que tenía que ser más que obvio, pero luego arrugó la frente, extrañado.
- Pero tú querías ocultármelo… ¿por qué? –me miraba con los ojos entrecerrados, pues mi actitud había sembrado en él la duda.
Me mordí el labio temerosa, sabía que él no estaba conciente de lo peligroso que podría resultar un embarazo mío. Así que no respondí.
- Hay algo más ¿verdad?
Continué sin hablar. Así que la verdad llegó a su mente de golpe, por lo que se levantó de un salto de la cama y comenzó a caminar de un lado a otro, tratando de tranquilizarse.
- Un embarazó en ti… podría resultar tan peligroso como el de tu madre ¿verdad? – la voz le salió a penas, debido al pánico que comenzaba a dibujarse en su rostro.
- No –respondí angustiada, era lo que me temía, que él concluyera eso. Sabía que iba a sentir pánico de sólo pensarlo, y si lo hubiera sospechado desde antes nunca me hubiera tocado. Así que me apresuré a explicarle.
- No Jacob no, eso es lo que me temía que pensaras, por eso no te había dicho nada, sabía que si tenias miedo de que algo así me pasara, nunca te hubieras atrevido a tocarme, pero no Jake, no sería así de peligroso, te lo aseguro. Lo más probable es que…
- Eso es lo malo Nessie –me interrumpió tajante –que sólo puedes hablar de probabilidades, nada puedes asegurarme. Y discúlpame pero no, no vamos a estar experimentando.
- Jake pero… por favor… -comencé a suplicarle. Pero el volteo a verme con tal angustia en los ojos que me detuve al instante.

Caminó rápidamente hacia la cama y se hincó en el suelo frente a mí, apoyo su rostro en mi regazo, y comencé a sentir lagrimas ardientes mojando mi piel.
- Por favor mi vida… te suplico que no me obligues a pasar por una angustia así, no puedo Nessie… no puedo.

Me conmovió por completo, desistí inmediatamente de la idea de embarazarme, podía explicarle tantas cosas, pero sabía que ninguna haría que cambiara de opinión, al menos que pudiera asegurarle, con evidencia comprobable, que iba a estar bien, y eso era lago imposible.
-Esta bien perrito… te entiendo, por favor no llores – acaricié su cabello dulcemente, luego lo forcé a verme a los ojos.
- Perdóname, por ocultártelo, pero sabía que reaccionarias así.
- Por supuesto Nessie ¿Qué esperabas? No quiero verte en peligro nunca, y mucho menos provocado por mí. Jamás nena, jamás… nunca más haré algo que pueda hacerte daño.
De repente palidecí al entender sus palabras.
- ¿Eso quiere decir que no vas a volverme a tocar? –Tal tono de angustia en mi voz, relajo inmediatamente a Jacob, alzó la cara y me miró a los ojos. Inmediatamente los suyos chispearon excitados.
- Por supuesto que no, amor mío… existe protección. Y una sonrisa retorcida se dibujó en sus labios. Inmediatamente se levantó, y se vistió rápidamente.
Lo mire asombrada e interrogante, ya no se veía disgustado, entonces ¿a dónde iba?
- ¿A dónde vas? –pregunté con cautela. Se acercó y depositó un rápido beso en mis labios y cerrando un ojo, me respondió.
- A la farmacia.