jueves, 26 de febrero de 2009

Capitulo III

Llegamos a la casa; mi papá nos esperaba en el recibidor, estaba tieso como una estatua y se me observaba con los ojos muy abiertos, comprendí la razón de su actitud al instante, aunque yo estaba esforzándome por no pensar en lo que acababa de pasar en el bosque, sobre mi fallida declaración de matrimonio, lo más probable era que Jacob no estuviera haciendo el mismo trabajo; enseguida le supliqué en mi mente que no dijera nada que luego hablaríamos. Así que relajó la expresión e inventó un pretexto simple para salir de la habitación.

Mi abuelita nos esperaba con la cena servida, así que no hubo tiempo para que mi papá dijera nada. Pero a la menor oportunidad se acercó a mí para aclarar el asunto.

Subió a mi habitación esa noche, aprovechando que mamá y Jacob habían ido al pueblo a comprar los boletos de avión a Forks.
- Nessie… ¿casarte? ¿En que estas pensando? –hizo un gesto retorcido a darse cuenta que esa era una pregunta muy tonta, para él.
“No creo que tenga que decirte que estoy pensando” le dije en mi mente poniendo los ojos en blanco.
- Quiero decir que no puedo creer lo que estas pensando Nessie… estas muy chica para eso…
Su cara se iba frunciendo a medida que aumentaba las escenas ardientes en mi mente, hasta el punto de tomar una tonalidad verdosa.

“Deja de escuchar lo que pienso papá” pensé enojada, obviamente estaba haciendo un enorme esfuerzo para que mi padre quedara convencido de que el único motivo que tenía para querer casarme, era el deseo por Jake.
Pero para la salud mental de un padre, esas imágenes son algo que nunca deben ver en el pensamiento de su hija.

- ¿Cómo quieres que no lo escuche… si estas gritándolo? –dijo con voz calmada, pero en sus ojos se notaba que estaba a punto del colapso.
- Pues será mejor que hagas lo posible porque así será de ahora en adelante – lo desafié.
Su rostro se crispó en un gesto de dolor por un instante casi imperceptible, pero luego entrecerró los ojos, furioso.
- Nada más porque Jacob regresa mañana a Forks y porque estoy convencido que Jake no te ve de esa manera todavía, es que voy a permitir que duermas con él esta noche, por supuesto que en su forma de lobo. Pero a partir del próximo fin de semana que te visite, dormirá en la habitación de huéspedes.

Ya había leído en mis pensamientos que pretendía seducirlo en la noche, maldita sea, ahora qué otra cosa podría intentar.

-Nessie… basta –Gritó al escuchar mis planes.
- Te digo que te salgas de mi mente si no te gusta lo que ves – casi bufé.
- Ahora menos que nunca lo haré – Sabía que se estaba conteniendo lo más que le era posible para no explotar, por lo que las palabras salían a tropezones su boca.
- Pero sobre todo estaré vigilando a Jacob, porque hasta ahorita existe cordura en él, pero cuando su actitud cambie… - ya no terminó, porque yo echaba humo por la boca.
- No puedes meterte así en mi vida papá.
Instantáneamente su gesto se relajo y me miró con dulzura.
- Mi vida… yo se que ya no eres una niña –puse los ojos en blanco, porque era más que obvio que no era así -Pero eso no quiere decir que estés lista para las responsabilidades que implica un matrimonio.
Alce una ceja en actitud de incredulidad.
- Nessie… por favor.
“Lo único que necesito es convencer a Jacob” pensé y mi papá volvió a ponerse verde.
Entonces la que se relajó fui yo. Arrepintiéndome de cómo me estaba comportando con él.
- Papá, por favor… sabes perfectamente lo que pasa por mi mente ¿No puedes comprenderme? –lo miré suplicante.
- Es por que sé lo que está en tu mente – y volvió a estremecerse – es que no te comprendo. El deseo físico, no es una razón suficientemente fuerte para casarse.
Entrecerró los ojos con sospecha. Pero no logró ver lo que escondía en lo más profundo de mi mente.
- Nessie… ¿qué pasa?
- Entonces estas diciendo que puedo ser de Jacob sin casarme… - me burlé y el enojo volvió chispear en sus ojos. Supongo que pudo haber gritado un montón de palabrotas pero se contuvo, y en perfecta calma dijo.
- Esa decisión es sólo tuya. No puedo opinar en eso…
Lo pensó un momento y luego continuó.
- Lástima que no vas a tener mucho tiempo a solas con Jacob para poder hacerlo – y una sonrisa retorcida se curvo en sus labios.
Golpee el piso con el pie del coraje, en mi mente si había un sin fin de palabrotas, pero mi papá salió de la habitación sin decir nada más.

Me quedé que echaba fuego por la boca. Me movía de un lado a otro de mi habitación gruñendo, me daba aun más coraje saber que encima de todo mi papá debía estar doblándose de la risa al escucharme tan enojada. Y todavía que Jacob no iba a cooperar.
¡Rayos! ¡Rayos! ¡Rayos!

1 comentario:

  1. wow.... esta super...!

    de seguro va a ser tan bueno como la primera parte ...!

    espero continues prontoo...!

    Felicitaciones escribz muii bien...!x)

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