No sabía que iba a hacer cuando regresara Jake, la verdad saber que mi padre estaría vigilando cada uno de mis pensamientos me ponía furiosa, además que no dejaba lugar a que pudiera hacer gran cosa para seguir convenciendo a Jacob.
Pensé millones de cosas, algunas muy descabelladas e imposibles, como huir con Jake, hasta yo misma me reí de eso, ante lo imposible que resultaría. Otras se inclinaban a dejarlo por la paz, por esta noche, y volver a intentarlo la próxima semana, a lo mejor la separación ayudaría a que Jake se convenciera que casarnos no era tan mala idea. Pero a fin de cuentas no tomé ninguna decisión.
Jake regresó a casa con mamá, yo tenía cara de pocos amigos, y mi madre preguntó que me pasaba, le conteste secamente que se lo preguntara a su marido. Me dí media vuelta con la intención de regresar a mi habitación, esperaba que Jacob me siguiera; pero cuando éste dio un paso para hacerlo, mi padre lo detuvo.
- Espera Jake, necesito hablar contigo.
Un gruñido muy bajo salió de entre mis dientes. Me di media vuelta y mire desafiante a mi padre, pero me ignoró y continuó.
- ¿Es por lo que sucedió en el bosque? –preguntó Jake tranquilamente.
- ¿En el bosque? –preguntó mi mamá, pues no estaba enterada de nada.
- Sí –contestó mi papá. – Creo que algunas reglas de esta casa van a cambiar.
Nessie, no tiene permiso para dormir contigo de ahora en adelante.
Mi mamá volteó a verlo de manera interrogante y luego pasó la mirada acusante entre Jake y yo. Jake asintió tranquilamente pero antes que pudiera contestar, mi madre preguntó elevando un poco la voz.
- ¿Qué está pasando aquí? Acaso Jake…
- No madre –respondí furiosa – mi padre se ha vuelto loco por lo que está viendo en mi mente. Pero es algo que a él no le importa.
- ¿Qué estas viendo en su mente? –preguntó mi mamá a mi papá, con un tono de acusación hacía mí en su voz.
Volteé a ver a mi padre furiosa. Y éste no contesto.
- Por favor mamá no hagas esto más incomodo –supliqué –papá dijiste que esta noche si podiamos dormir juntos, por última vez.
Mi papá asintió con la cabeza y luego volteo a ver a mi mamá, para decirle con la mirada que luego le aclararía todo.
- Esta es tu casa Edward, y respetaré tus reglas –Le respondió Jacob tranquilamente – pero talvez te convendría ponerte en los zapatos de la gente a la que espías y caer en cuenta que no estas siendo justo.
Diciendo esto me tomó de la mano y nos dirigimos a mi habitación.
- Te regañó tu papá por lo que pasó esta tarde –no era una pregunta, más bien era una conclusión a la que había llegado por lo que acababa de pasar.
- Pues si… pero también lo comprendo. Soy su hija… lo que ve en mi mente, es algo que a cualquier padre volvería loco.
- Debe dejar de hacerlo… bueno intentar no estar tan pendiente. Pero sobre todo ser más comprensivo. Como si él hubiera sido un santo. Te imaginas que Charly hubiera tenido su mismo don… - sonrió y luego hizo el gesto de estremecerse dramáticamente.
- Ves porque quiero casarme, Jake –baje la mirada tristemente para conmoverlo y dio resultado.
- Creo que te estoy comprendiendo. Pero… ¿estas segura mi vida?
- Claro que lo estoy Jake… pero parece que tu no –comencé a hacer pucheros, si era necesario soltaría algunas lágrimas.
- Amor –puso sus manos en mi rostro –por supuesto que quiero estar contigo, no separarme de ti nunca, pero me es difícil no tener miedo que puedas asustarte ante semejante compromiso, siendo tan pequeña.
- Jacob, realmente no podemos decir que edad tengo, sólo puedo decirte lo que siento, y lo que siento es que estoy lista para pertenecerte en cuerpo y alma.
Puse mi mano en su rostro y se lo mostré. Gracias a mi don quedó convencido.
Se mordió el labio nervioso, y luego una amplia sonrisa pobló su rostro cobrizo.
- Te amo –me besó apasionadamente por largo rato.
Me pareció muy extraño que mi padre no entrara a la habitación, histérico por lo que estaba pasando. Pero supuse que había comprendido que tenía razón al afirmar que mi edad cronológica y mi madurez eran dos cosas completamente distintas y había decidido confiar en mí.
Así que decidí darle un poco de paz siendo madura y siguiendo sus instrucciones le dije a Jacob.
- Entraré al baño para que te transformes, mi vida.
Jake me detuvo cuando comencé a caminar.
- Espera un segundo… -sus ojos chispeaban con una emoción que no era fácil de describir.
- Quiero hacer esto bien nena, como lo he soñado… se que me voy mañana… no quisiera irme… -estaba tan nervioso que las frases le salían con muy poca congruencia.
Yo comencé a temblar, mi corazón latía con tal fuerza que parecía que podía mover todo mi cuerpo.
Tragó saliva ruidosamente y continuó.
- No tengo anillo nena… –bajó la mirada apenado. Pero se puso de rodillas, era tan alto que casi seguíamos a la misma altura, sólo tuvo que levantar un poco la cara para mirarme a los ojos.
Tuve que morderme los labios para contener los sollozos pero aun así las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas. Ya temblaba casi al nivel de las convulsiones.
Tomó mis manos y las besó. Con voz profunda y llena de pasión me dijo.
- Renesmee ¿quieres ser mi esposa?
Me incliné y besé sus labios con ternura.
- Por supuesto perrito –una sonrisa de oreja a oreja iluminó su rostro.
- Nessie te amo –me dijo en un susurro, pues también se le había formado un nudo en la garganta y yo puse mi mano en su rostro para mostrarle mi felicidad, pues no encontraba palabras para describirla.
Nos comenzamos a besar y nos perdimos en lo infinito de nuestra felicidad.
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