martes, 7 de abril de 2009

Capitulo XX

Justo cuando cumplí 4 meses de embarazo; sólo para terminar de tranquilizarnos por completo, mi abuelito hizo una prueba de ADN, tomando una muestra del líquido amniótico en el que flotaba mi bebé.
Fue un procedimiento algo engorroso, que consistía en que mi abuelito introdujera una enorme aguja en medio de mi estomago para extraer el líquido, lo que hizo que Jake se preocupara al extremo y se paseara intranquilo todo el tiempo.
- Perrito cálmate por favor.
- ¿Estas seguro que esto no le duele Carlisle? –exigió saber Jacob.
- Por supuesto que no –contestó tranquilamente mi abuelito, a pesar de que era la cuarta vez que le respondía lo mismo a Jacob –sólo sentirás una pequeña presión princesa.
- Lo se abuelito – contesté con la voz contenida, sólo para no preocupar “más” a Jacob, pero yo también estaba aterrada, a mí la agujas también nunca me habían gustado.
El procedimiento terminó en cuestión de segundos, y pude levantarme y abrazar a mi marido que aun se encontraba pálido.
- Jake ¿cómo piensas soportar el parto? – Bromee, pero mi marido abrió los ojos como platos. Obviamente no había considerado tal cosa.
Me reí abiertamente, le dije que no se preocupara que todo iba a estar bien.
Mi abuelito nos dijo que ya podía decirnos cual era el sexo del bebé, pero ninguno de los dos quisimos saberlo, y se le prohibimos terminantemente a Alice averiguarlo.

Las mujeres de mi casa se habían vuelto locas con la espera del nuevo miembro de la familia, sobre todo por que ahora tendrían mucho más tiempo para disfrutarlo.
Así que en el momento en que todos se convencieron de que, con la espera de este bebé, no corría peligro alguno, comenzaron a hacer un sin fin de planes y preparativos. Aunque Jake se oponía rotundamente a que gastaran en exceso, en la casa de los Cullen, habían transformado una habitación en un cuento de hadas, me maravillaba entrar ahí, había millones de cosas hermosas, en todas las tonalidades pastel, los muebles eran hermosos, además de que estaba plagada de juguetes y peluches, sería el paraíso para cualquier niño, humano o no. Por supuesto no habíamos acercado a Jake a kilómetros a la redonda de esa habitación.
Alice la había comprado tanta ropa que tendría que ser necesario cambiarlo cada 5 minutos para que lograra usarla toda.
Mi mamá se extendía como pavo real de lo orgullosa que estaba y ya ni se diga de mi padre. Jamás lo había visto tan contento.
Compuso tantas canciones, y me sentaba a su lado mientras él las tocaba al piano para que el bebé las escuchara. Además que le leía sus libros favoritos y cantaba cerca de mi vientre.
Yo me sentía tan normal como siempre, los ascos duraron sólo un par de semanas, luego desaparecieron, lo que si cambió en mí, aparte del tamaño de mi cintura, fue que no me apeteció más la sangre. No volví a tener sed, ni a necesitar cazar.
A principio esto preocupó a mi abuelito, temía que al no beber sangre mi cuerpo se debilitara, pero me era imposible tomarla, nada más me acercaba a la sangre donada o de animal, y mi estomago giraba vertiginosamente y tenía que correr al baño.
A mi bebé no le apetecía la sangre, lo que me hacía sentir tranquila, y mucho más aun a Jacob. Así que me limité a la dieta humana que mi sistema y mi bebé aceptaban mucho mejor.

A las 10 semanas de gestación comencé a sentir un ligero movimiento dentro de mí; acariciaba mi vientre con ternura mientras me bañaba cuando lo sentí, las lágrimas rodaron por mis mejillas, y Jacob se sintió frustrado por que él no pudo sentir nada.
Dos semanas después mientras Jacob veía la televisión y pasaba su mano distraídamente por mi abdomen lo sintió, fue una explosión de jubiló tal que yo también lloré conmovida, al ver el amor que Jake sentía por su hijo.

A pesar de que el bebé crecía y se movía dentro de mí, no sentía ninguna incomodidad, ni peso o cansancio excesivo, ni nada que me hiciera cambiar mi ritmo de vida.

Por las mañanas temprano, despedía a Jacob que salía rumbo a la ciudad donde trabajaba en una fabrica de automóviles deportivos, instantes después mi casa se veía poblada de vampiras que revoloteaban por el pequeño lugar hasta dejarlo impecable. No me dejaban mover un dedo, lo arreglaban todo en cuestión de segundos y luego nos íbamos a la casa Cullen, donde pasábamos el resto de la mañana.
Jake regresaba por las tardes, y yo ya lo esperaba sola en la cabaña, con la comida servida, que obviamente tampoco había preparado yo, pero que juntos disfrutábamos, para luego salir a nuestras caminatas por el bosque.

Mientras caminábamos de la mano, hacíamos millones de planes, queríamos que nuestro hijo fuera educado amando a lo Quilieutes, pero también debía conocer nuestro secreto, pues mi familia vampira quería estar completamente presente en nuestras vidas.
- ¿Has pensado en nombres princesa? – Me dijo una tarde Jacob mientras acariciaba mi abultado vientre de 6 meses de gestación. El bebé respondió al contacto amoroso de su padre pateando desde el interior, Jake se apresuro a besar mi estomago y le susurro a su hijo que lo amaba.
- La verdad es que no… se que tenemos que preparar nombres tanto si es niña como si es niño ¿Tu has pensado en alguno?
- No tampoco… me gustaría que fuera una niña con rizos color chocolate como tu.
Le sonreí con ternura pero moví la cabeza con desaprobación; desde siempre había soñado con un bebé con los rasgos de Jacob, aun si fuera niña, me gustaría más que se pareciera a Leah más que a mí. La verdad para mis adentros, eso me haría sentir mucho más segura de que mi niño no sufriría ningún peligro, los peligros que siempre estaban inmersos en nuestro mundo inmortal.
- Aun tenemos tiempo para pensarlo –Concluyó y comenzó a besarme con pasión.
Durante nuestras noches, disfrutábamos de nuestro amor completamente, nos hundíamos en besos y caricias hasta que el sueño nos vencía, y luego siguiendo la costumbre Jacob se transformaba y yo dormía abrazada al cuello, del hermoso lobo rojo.

7 comentarios:

  1. Es prcioso el capi de hoy,pero no quiero que se acabe tan pronto,cuantos más vas a hacer?
    Es una historia magnifica,te felicito,realmente eres muy buena escribiendo.
    Besos

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  2. qe lindo ^^ la adoro , siempre la reviso :D

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  3. me encanta la historia y la sigo...pero siento que vas muy rapido...que desde el casamiento ahora cada cap son meeeeeeeeeeses q pasan volando...hay miles de cosas q podrias desarrollar mas, incluso las compras de alice para el bebe serian un cap muuuy gracioso...
    qria decirte eso...quizas te sirva de simple consejito...pero segui escribiendooooo

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  4. ayyy que felicidad!!jeje
    me encnataaaaa

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  5. lindoooo
    sera un niño? como el que soñaba bella jeje
    genial como siempre :)
    saludos!!

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  6. ahhh y cuantos capitulos kedan??

    habra tercera parte?? di que siiii :)

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  7. quiero q sea mañana!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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