Casi muero de la vergüenza cuando me llamaron de la oficina del director.
Pero supliqué que la tierra me tragara, cuando entré y mi papá estaba esperándome ahí.
Ahora si me había metido en un problema serio, aunque me tranquilizó un poco el que mi padre se mostrara tan confiado, casi podría decirse que se veía divertido.
En el momento en que entré a la oficina, la secretaria volteó a ver a mi papá y con tono de reproche le dijo.
- Edward ya te dije que nada tienes que hacer aquí, el director pidió hablar con Renesmee y con el Doctor Cullen, no contigo.
¡Habían llamado a Carlisle! Faltó realmente poco para que comenzara a hiperventilar.
- Carlisle me telefoneó y me pidió que estuviera con mi hermana mientras él llegaba. –contestó mi padre tranquilamente encogiéndose de hombros. Luego, al darse cuenta del pánico que se dibujaba en mi rostro, me dijo con una voz tan baja, que sólo mis oídos semivampiros pudieron escuchar.
- No te preocupes pequeña, se ha corrido el rumor que vas a casarte, y ahora están considerando la posibilidad de que lo de la “supuesta” muerte de nuestros padres te haya afectado demasiado.
¿Y eso no era para preocuparme? Pensé.
Mi papá movió lentamente la cabeza negando.
Los dos escuchamos llegar a Carlisle mucho antes de que la secretaria lo viera entrando por la puerta y se ruborizara hasta el extremo.
- Doctor Cullen –tartamudeó. –Buenos días… disculpe la molestia… lo interrumpimos en su trabajo… pero el director necesita hablar con usted.
- No es ninguna molestia, tratándose de mis hijos, tengo disponible todo el tiempo del mundo.
La secretaría podría haber sido mamá de mi abuelito Carlisle, pero aun así, se mostraba tan burdamente coqueta que, si no estuviera tan preocupada, no hubiera podido contener la risa.
Me imagino lo que mi padre escuchaba en sus pensamientos, por que hacía grandes esfuerzos por no carcajearse, a mi me estaba entrando coraje que se mostrara tan divertido, cuando yo me encontraba tan nerviosa, pero a lo mejor él pensaba que lo merecía por boca floja.
Tomó mi mano, y me dijo, de nueva cuenta, sólo para nosotros.
- Por supuesto que no mereces esto, sólo que te preocupas más de lo que debes, todo saldrá muy bien… allá dentro síguenos la corriente y listo.
¿Seguirles la corriente? Si, ahora si me había tranquilizado, pensé con ironía.
La secretaría salió de la oficina del director, después de haber entrado a anunciar la llegada de mi abuelito, y a acusar a mi papá de que se encontraba ahí, insistiendo entrar con nosotros.
El director accedió y los tres entramos a la oficina.
- Doctor Cullen… Buenos días. -dijo con solemnidad el director estrechando la mano de mi abuelito.
Para los habitantes de un pueblo tan pequeño, un doctor con las características de mi abuelo, tenía el nivel de una estrella de cine o un héroe de la patria.
- Edward, Renesmee. - se limitó a inclinar la cabeza en señal de saludo.
A pesar de la tranquilidad de mi familia, yo seguía sintiéndome muy nerviosa, que pasaba si el director concluía que mi abuelo – para él, mi padre adoptivo – no era suficientemente bueno para mí, y hacía que el gobierno le quitara mi custodia.
La tranquilidad de mi padre podría deberse al hecho de estar convencido de que, si las cosas se salían de control a tal grado, nos mudaríamos y listo, no habría ningún problema, simplemente nos iríamos y cambiaríamos de vida nuevamente. Pero yo no quería eso. No ahora que comenzaría una nueva vida al lado de Jacob, no ahora que podíamos permanecer en un lugar más de unos meses, gracias a que ya no crecería tan rápido, no ahora que quería formar una familia.
- Doctor Cullen continuó el director -Le comentaba por teléfono que estamos muy preocupados por Renesmee, ha llegado a nosotros información, que nos dejan con cierta ansiedad. Tal vez debimos platicar primero con ella, pero nosotros también hemos observado en ella actitudes, que nos han llamado la atención, es por eso que hemos querido hablar con ambos. Agradezco la intervención de Edward… -agregó con deferencia hacía mi padre, el director parecía complacido por su presencia, no como la secretaria que se veía ampliamente molesta.
- ¿Qué es lo que sucede con ella? –contestó mi abuelito con fingida preocupación, él sabía que yo me encontraba perfectamente.
- Una compañera ha venido muy preocupada por ella –dijo disculpando de alguna manera a Amber – aunque yo no le reprochaba nada en lo absoluto.
-Al parecer Renesmee le ha dicho que planea casarse… en un par de semanas.
Mi abuelito abrió los ojos en señal de sorpresa, yo me ruborice al extremo, y luego comencé a sentirme colérica, “y a él que diablos le importaba si así era”.
Mi padre me miró para recordarme que debía seguirles la corriente, eso incluía, adiviné, no arrancarle la cabeza al director.
- ¿No lo sabía? –preguntó el director.
- No –respondió mi abuelito y luego me volteó a ver interrogante. Baje la mirada apenada.
- Ella le aseguró a su compañera no sólo que usted lo sabía, si no que lo aprobaba. –Dijo el director con un todo de incredulidad.
- ¿Cómo comprende que podría aprobar algo así? Nessie es una niña.
- Exactamente, por esa razón es que nos preocupamos al extremo. Sabemos Renesmee ha estado muy afectada por lo sucedido, hemos tratado de ser comprensivos y apoyarla en todo, hemos esperado pacientemente a que retome el ritmo natural de su vida y se integre a la sociedad estudiantil… aún así ha permanecido apartada al extremo, faltando demasiado a clases y… ahora sucede esto… creemos que podría necesitar ayuda profesional.
- Si yo también creo eso. –contestó mi abuelito secundando al director.
Casi me caigo de la silla.
¿¡Qué cosa!? A ver si lo estaba entendiendo bien, porque por un momento me pareció estar alucinando. El director había sugerido que fuera con un loquero y ¿mi abuelito estaba de acuerdo? Me levanté de la silla dispuesta a armar una rabieta, mi papá me tomó de la mano y negó lentamente con la cabeza.
Pero supliqué que la tierra me tragara, cuando entré y mi papá estaba esperándome ahí.
Ahora si me había metido en un problema serio, aunque me tranquilizó un poco el que mi padre se mostrara tan confiado, casi podría decirse que se veía divertido.
En el momento en que entré a la oficina, la secretaria volteó a ver a mi papá y con tono de reproche le dijo.
- Edward ya te dije que nada tienes que hacer aquí, el director pidió hablar con Renesmee y con el Doctor Cullen, no contigo.
¡Habían llamado a Carlisle! Faltó realmente poco para que comenzara a hiperventilar.
- Carlisle me telefoneó y me pidió que estuviera con mi hermana mientras él llegaba. –contestó mi padre tranquilamente encogiéndose de hombros. Luego, al darse cuenta del pánico que se dibujaba en mi rostro, me dijo con una voz tan baja, que sólo mis oídos semivampiros pudieron escuchar.
- No te preocupes pequeña, se ha corrido el rumor que vas a casarte, y ahora están considerando la posibilidad de que lo de la “supuesta” muerte de nuestros padres te haya afectado demasiado.
¿Y eso no era para preocuparme? Pensé.
Mi papá movió lentamente la cabeza negando.
Los dos escuchamos llegar a Carlisle mucho antes de que la secretaria lo viera entrando por la puerta y se ruborizara hasta el extremo.
- Doctor Cullen –tartamudeó. –Buenos días… disculpe la molestia… lo interrumpimos en su trabajo… pero el director necesita hablar con usted.
- No es ninguna molestia, tratándose de mis hijos, tengo disponible todo el tiempo del mundo.
La secretaría podría haber sido mamá de mi abuelito Carlisle, pero aun así, se mostraba tan burdamente coqueta que, si no estuviera tan preocupada, no hubiera podido contener la risa.
Me imagino lo que mi padre escuchaba en sus pensamientos, por que hacía grandes esfuerzos por no carcajearse, a mi me estaba entrando coraje que se mostrara tan divertido, cuando yo me encontraba tan nerviosa, pero a lo mejor él pensaba que lo merecía por boca floja.
Tomó mi mano, y me dijo, de nueva cuenta, sólo para nosotros.
- Por supuesto que no mereces esto, sólo que te preocupas más de lo que debes, todo saldrá muy bien… allá dentro síguenos la corriente y listo.
¿Seguirles la corriente? Si, ahora si me había tranquilizado, pensé con ironía.
La secretaría salió de la oficina del director, después de haber entrado a anunciar la llegada de mi abuelito, y a acusar a mi papá de que se encontraba ahí, insistiendo entrar con nosotros.
El director accedió y los tres entramos a la oficina.
- Doctor Cullen… Buenos días. -dijo con solemnidad el director estrechando la mano de mi abuelito.
Para los habitantes de un pueblo tan pequeño, un doctor con las características de mi abuelo, tenía el nivel de una estrella de cine o un héroe de la patria.
- Edward, Renesmee. - se limitó a inclinar la cabeza en señal de saludo.
A pesar de la tranquilidad de mi familia, yo seguía sintiéndome muy nerviosa, que pasaba si el director concluía que mi abuelo – para él, mi padre adoptivo – no era suficientemente bueno para mí, y hacía que el gobierno le quitara mi custodia.
La tranquilidad de mi padre podría deberse al hecho de estar convencido de que, si las cosas se salían de control a tal grado, nos mudaríamos y listo, no habría ningún problema, simplemente nos iríamos y cambiaríamos de vida nuevamente. Pero yo no quería eso. No ahora que comenzaría una nueva vida al lado de Jacob, no ahora que podíamos permanecer en un lugar más de unos meses, gracias a que ya no crecería tan rápido, no ahora que quería formar una familia.
- Doctor Cullen continuó el director -Le comentaba por teléfono que estamos muy preocupados por Renesmee, ha llegado a nosotros información, que nos dejan con cierta ansiedad. Tal vez debimos platicar primero con ella, pero nosotros también hemos observado en ella actitudes, que nos han llamado la atención, es por eso que hemos querido hablar con ambos. Agradezco la intervención de Edward… -agregó con deferencia hacía mi padre, el director parecía complacido por su presencia, no como la secretaria que se veía ampliamente molesta.
- ¿Qué es lo que sucede con ella? –contestó mi abuelito con fingida preocupación, él sabía que yo me encontraba perfectamente.
- Una compañera ha venido muy preocupada por ella –dijo disculpando de alguna manera a Amber – aunque yo no le reprochaba nada en lo absoluto.
-Al parecer Renesmee le ha dicho que planea casarse… en un par de semanas.
Mi abuelito abrió los ojos en señal de sorpresa, yo me ruborice al extremo, y luego comencé a sentirme colérica, “y a él que diablos le importaba si así era”.
Mi padre me miró para recordarme que debía seguirles la corriente, eso incluía, adiviné, no arrancarle la cabeza al director.
- ¿No lo sabía? –preguntó el director.
- No –respondió mi abuelito y luego me volteó a ver interrogante. Baje la mirada apenada.
- Ella le aseguró a su compañera no sólo que usted lo sabía, si no que lo aprobaba. –Dijo el director con un todo de incredulidad.
- ¿Cómo comprende que podría aprobar algo así? Nessie es una niña.
- Exactamente, por esa razón es que nos preocupamos al extremo. Sabemos Renesmee ha estado muy afectada por lo sucedido, hemos tratado de ser comprensivos y apoyarla en todo, hemos esperado pacientemente a que retome el ritmo natural de su vida y se integre a la sociedad estudiantil… aún así ha permanecido apartada al extremo, faltando demasiado a clases y… ahora sucede esto… creemos que podría necesitar ayuda profesional.
- Si yo también creo eso. –contestó mi abuelito secundando al director.
Casi me caigo de la silla.
¿¡Qué cosa!? A ver si lo estaba entendiendo bien, porque por un momento me pareció estar alucinando. El director había sugerido que fuera con un loquero y ¿mi abuelito estaba de acuerdo? Me levanté de la silla dispuesta a armar una rabieta, mi papá me tomó de la mano y negó lentamente con la cabeza.
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