martes, 3 de marzo de 2009

Capitulo VI

Jake llegó el viernes por la tarde, fuimos a recibirlo al aeropuerto mis papás y yo, mientras íbamos en camino, recordaba todas las noches que había pasado retorciéndome de celos por mi madre, por el amor que supuestamente Jacob sentía por ella, me avergonzaba de mi misma, pensando en lo tonta que había sido. Mi mamá me sonreía con ternura sabiendo que ahora todo estaba bien entre nosotras.

En cuanto Jacob cruzó la línea de llegada, corrí hacía él y me abrace fuertemente a su cuello, en verdad lo había extrañado muchísimo, no sabía cómo iba a aguantar hasta marzo. Jacob me besó con gran urgencia, y me dijo con voz grabe, lo mismo que yo pensaba.
- No se como voy a soportar estar lejos de ti hasta marzo.
- Yo lo resisto pensando en lo que sucederá cuando estemos casados. –le cerré un ojo coqueta. Pero mi padre gruño muy bajito, lo que nos recordó que no estábamos solos.
- Edward –saludo Jake.
- Que tal Jake ¿Cómo esta todo por Forks?
- Genial, Billy esta muy recuperado.
- Me alegra en verdad escuchar eso.
De momento se quedaron los dos si más que decir, obviamente Jacob sabía que mis padres estaban al tanto de todo, pero aun así, debíamos anunciarlo formalmente.
Regresamos a casa, durante el trayecto, íbamos tomados de la mano, pero la plática era informal, no mencionamos la boda para nada, ninguno de los presentes.

Al llegar a casa, antes de que mis papás se fueran a hacer cualquier cosa para dejarnos solos, Jacob dijo con la voz grave por los nervios.
- Edward, Bella; Nessie y yo queremos hablar con ustedes. Bueno aunque supongo que ya lo saben.
Mi mamá le sonrió ampliamente, pero mi papá seguía muy serio.
De repente me comenzaron a sudar las manos, me mordí el labio nerviosa, luego me burlé de mi misma, ambos lo sabían no había razón alguna para estarlo.
Jake también estaba muy nervioso, pero aun así continuó con aplomo.
- ¿Podemos pasar a la sala?
- Claro –dijo mi madre, mientras jalaba del brazo a papá que seguía en su papel.
- Nos sentamos en los sillones y Jacob continuó.
- Edward, Bella… Renesmee y yo vamos a casarnos.
No pude evitar reírme, se me hacía de lo más ridículo, ellos ya lo sabían y por supuesto que no estábamos pidiendo permiso.
Todos me vieron acusantes. Pero yo me seguí riendo.
- Perdón pero es que esto me parece ridículo. -Dije entre risas.
- No me tomen por grosera, por favor, es que… pues ustedes ya lo saben… mamá, papá ustedes saben que no puedo ser más feliz.
Los dos me sonrieron con ternura.
- Tienes razón pequeña. Sólo nos queda desearles que tengan toda la felicidad del mundo. De corazón se los digo, yo se desde siempre lo que sienten uno por el otro, es por esta razón que yo mismo no quepo en mi felicidad, sabiendo que mi hija se unirá un hombre que la ama y la hará completamente dichosa. Todo lo que puede desear un padre.
- Yo no puedo leer el pensamiento –dijo mi madre –pero también estoy convencida que serán felices… se que será perfecto.
- Gracias enserio –contesto Jake- por la confianza, se que no es fácil, Nessie es su pequeña, pero yo la amo, y la haré feliz.
Se levantó del sillón, sen inclinó sobre mi para ayudarme a incorporarme también, cuando estuvimos de pie me dio un tierno beso y luego continuó.
- Traje algo – busco en la bolsa trasera de su pantalón. – Obviamente no vale mucho, es el anillo que mi papá le dio a mi mamá cuando se comprometieron… hace siglos. –se rió nerviosamente mientras sostenía una pequeña caja en sus grandes manos. – Ya que esto no es una petición de mano normal, y que tú ya aceptaste ser mi esposa… quisiera que tus padres sean testigos de este momento.
Sacó el anillo de la cajita y tomó mi mano, yo sonreía nerviosa mi corazón latía a mil.
Mi mamá contuvo un sollozo tapándose la boca, y los ojos de mi papá chispeaban de ternura.
Me puso el anillo en el dedo, y se quedó observándolo con los ojos entrecerrados, éstos comenzaron a llenarse de lágrimas, mis mejillas ya estaban empapadas.
- Renesmee Carlie Cullen, gracias por aceptarme a tu lado por la eternidad.
Luego depositó un tierno beso en mis labios, y limpió mis lágrimas. – Te amo. – le dije a medias, porque volvió a besarme, con un largo pero recatado beso, pues estábamos delante de mis padres vampiros.
- Bueno pues es momento para festejar. –dijo mi padre con entusiasmo en la voz. Pero a kilómetros se veía que lo que buscaba era un pretexto para separar nuestras bocas.
En una fracción de segundo regresó con una botella y dos copas, lógicamente para Jacob y para mí, pues ellos no bebían nada, pero aun así brindaron por nuestra felicidad.

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